jueves, 31 de diciembre de 2015

La ausencia de ética en el liderazgo político en contextos democráticos: entre Richard Nixon y House of Cards

La figura del presidente Richard Nixon nos invita a reflexionar acerca del papel de la ética, su ausencia o no, en el desempeño del liderazgo político. Es un viejo tema, ya presente en la literatura acerca del gobierno en la antigüedad (en Egipto, el libro La Historia de Unamón, o las reflexiones sapienciales bíblicas), en la Grecia clásica (Platón, en La República) o Roma. Asimismo en la tradición cristiana medieval. Siempre insistiendo en la adecuación a un ideal ético, moral o religioso, que asegurara una actuación recta. Sin embargo la experiencia, también atestiguada desde el más remoto pasado, nos presenta que con frecuencia sucede todo lo contrario, que el político actúa de un modo éticamente incorrecto o religiosamente pecaminoso. Será Maquiavelo el representante más destacado de una reflexión que asumiendo esta realidad, la considere “buena”, e incluso necesaria, para el desempeño del poder.
Es así que llegamos a la cuestión de la ausencia de ética que comprobamos, en bastantes casos (otros no salen a la luz) en la actuación de muchos políticos. En el contexto actual esa ausencia de ética, manifestada en la corrupción, es una de las causas principales de descrédito de la clase política, tanto en España como en nuestro contexto occidental. Corrupción que en muchos casos se refiere al ámbito de lo económico, pero que atañe también a comportamientos, actitudes, actuaciones, muy diversas. El caso de Nixon es, en este sentido, paradigmático. El escándalo del Watergate, las escuchas al Partido Demócrata, no tenían un sentido económico (al menos inmediato, pues la pérdida o mantenimiento en el poder es siempre fuente de beneficio pecuniario), pero demostraban una falta de ética que la opinión pública consideró inadmisible y aún más las obstrucciones del presidente a la acción de la justicia, lo que finalmente, le obligó a dimitir.

La serie norteamericana House of Cards[1], nos muestra, desde el ámbito de la creación cinematográfica y de la ficción, cómo puede llegar a funcionar el mundo de la alta política, con las figuras del congresista Francis Underwood y su esposa Claire, quienes no se detienen ante nada, con tal de lograr sus objetivos políticos, reflejando un mundo de corrupción ética, moral, en la que está presente el sexo, el dinero, etc.
Con ambos ejemplos podemos preguntarnos qué clase de políticos tenemos y qué clase de políticos querríamos (y deberíamos) tener. ¿Podríamos considerar a Nixon, quien ya en su juventud inició su carrera de forma poco ética, ocultando el pasado de Allen Dulles, como un líder? ¿Podría serlo el congresista Underwood? Sin duda son políticos, de los que tal vez Maquiavelo se sentiría orgulloso. Pero, en una sociedad democrática, madura, ¿hemos de asumir, sin más, la existencia de estos políticos, cuya actuación éticamente dudosa, antes o después, desborda el ámbito de su vida privada? Si tratamos de aplicarles las características de lo que ha de ser un líder, hemos de decir que ni Nixon, en la realidad, ni Underwood en la ficción, son verdaderos líderes.
En un contexto democrático, sin embargo, tenemos una ventaja. La ciudadanía puede, y debe exigir, a sus representantes, un comportamiento adecuado. No se trata de que sean unos santos o unos ascetas, sino que, en su actuación y compromiso, respondan a las exigencias éticas de una sociedad madura. Empezando por el cumplimiento escrupuloso de la Ley, buscando el servicio público ante todo, no el mero medro personal; anteponiendo el bien de la “res pública” a otros intereses, personales o de partido. Y la ciudadanía, si es madura y políticamente responsable, ha de exigir que esto sea así, y en el caso contrario, pedir las responsabilidades, del tipo que fueren, comenzando por las penales. El ejemplo “tóxico” de Nixon, se vuelve, de nuevo, modélico, por la exigencia de la sociedad norteamericana a que el presidente asumiera su responsabilidad y dimitiera. Si por estos lares hispanos tuviéramos el mismo nivel de exigencia, tal vez se hubieran cortado muchos de los casos de corrupción que nos salpican; pero la reelección de candidatos y los votos a partidos marcados por la misma, indican que, por un lado, nos falta madurez y exigencia democrática, y, por otro, que, desgraciadamente, quizá tengamos lo que nos merecemos.



[1] Me baso en la serie norteamericana, no en su precedente británica

viernes, 11 de diciembre de 2015

"Por Dios y la Patria. El cardenal Gomá y la construcción de la España Nacional"

Acaba de salir publicado mi último libro, "Por Dios y la Patria. El cardenal Gomá y la construcción de la España Nacional", segunda parte de mi tesis doctoral, defendida en 2010. Presento una pequeña síntesis de su contenido:


Si existe una figura clave en la historia de la Iglesia española durante la segunda mitad de los años treinta, esa es la del cardenal Isidro Gomá y Tomás. Llamado, desde una pequeña diócesis, Tarazona, a la cúspide de la jerarquía de la Iglesia en España, al ser nombrado arzobispo de Toledo y primado del país, a partir del estallido de la guerra civil, tanto los obispos españoles como el Gobierno militar surgido del golpe de Estado del 18 de julio, vieron en él la cabeza natural de la Iglesia española, el encargado de dirigirla en uno de los trances más difíciles de su historia y el interlocutor natural con el que había que tratar las cuestiones eclesiásticas. Este mismo papel interlocutor fue asumido por el cardenal en relación a la Santa Sede, que le nombró su representante oficioso ante el Gobierno de Franco. Apologista de la España nacional, autor de la Carta Colectiva de 1937, tuvo, sin embargo, que enfrentarse al creciente auge de Falange y su proyecto fascistizador, que veía tan peligroso y antinacional como el republicano, en un proceso cargado de tensiones que llevaría a la prohibición y censura, al acabar la guerra, de una importante pastoral del primado. En la presente obra su autor analiza, al hilo de la biografía del cardenal, las luchas y enfrentamientos soterrados, que, bajo la aparente concordia entre la Iglesia y el Estado, trataban de definir cual sería el rumbo del país, una vez finalizado el conflicto.

DIONISIO VIVAS, Miguel Ángel, "Por Dios y la Patria. El cardenal Gomá y la construcción de la España Naciona", Instituto Teológico San Ildefonso, Toledo, 2015, pp. 440. ISBN: 978-84-15669-37-1

e-mail: publicaciones@itsanildefonso.com
www.itsanildefonso.com

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Acerca del libro "Anticlericalismo y crítica social: el sacerdote republicano Hugo Moreno López/Juan García Morales"

Uno de los ámbitos más prometedores de la actual historiografía española es el del análisis y exploración de la diversidad existente en el mundo católico, pues, dentro de los prejuicios más extendidos, a nivel histórico, sobre la Iglesia en España, ha sido el de suponer al catolicismo español una homogeneidad total, considerarlo una realidad monolítica, sin fisuras. Sin embargo la paulatina puesta al día de la historiografía española en el ámbito de los estudios acerca del catolicismo, alcanzando poco a poco niveles homologables con la producción de otros países, como Francia o Italia, está descubriendo la falacia de esta imagen, y poniendo en valor la existencia de una gran pluralidad en el seno de la Iglesia, que desmiente esa idea de monolitismo eclesial.

En este sentido, los recientes estudios y publicaciones sobre aquellos clérigos que durante la Segunda República y la guerra civil tomaron partido por la opción republicana, está abriendo un novedoso e interesante campo de investigación y estudio. Dentro de los mismos ha de insertarse el reciente estudio del doctor Antonio César Moreno Cantano sobre el sacerdote Hugo Moreno, más conocido por el seudónimo, que empleaba en la prensa, de Juan García Morales.
A lo largo de cinco capítulos, el doctor Moreno Cantano nos presenta la evolución de Hugo Moreno, desde sus inicios como sacerdote en la diócesis de Almeria, hasta el final de su camino, en el exilio francés, pasando por su compromiso con el catolicismo social, su inserción en los círculos literarios de Madrid, su violento anticlericalismo publicista y su actividad como propagandista al servicio del bando republicano.
Se trata de un interesante libro, continuación y complemento de la obra coordinada por el propio Moreno Cantano junto a Feliciano Montero y Marisa Tezanos "Otra Iglesia. Clero disidente durante la Segunda República y la guerra civil", que nos aporta nuevas perspectivas sobre la realidad sociológica del clero español, y nos descubre un fascinante, y aún casi inexplorado, ámbito de investigación, llamado, en el futuro, a enriquecer de modo substancial la historiografía española.

Moreno Cantano, A. C., Anticlericalismo y crítica social: el sacerdote republicano Hugo Moreno López/Juan García Morales (1883-1946), Muñoz Moya Editores, Sarrión 2015