miércoles, 28 de agosto de 2013

Alfonso Carrillo, arzobispo, político y alquimista

Aunque mi especialidad es la Edad Contemporánea, me gusta, sobre todo en verano, bucear en otros periodos históricos, aprovechando la ingente riqueza (tantas veces ignorada) de la Historia de España. Dentro de la misma, una etapa que me fascina es la Baja Edad Media, que abunda en personajes curiosos, muy interesantes y, en general, bastante desconocidos. Uno de estos personajes últimamente se ha vuelto bastante famoso, a raíz de la serie de televisión "Isabel". Me refiero al arzobispo de Toledo Alfonso Carrillo, uno de los principales protagonistas de la vida política y eclesial de su época, no sólo en Castilla, sino dentro del conjunto de los diversos reinos en los que se dividía la península a mediados del siglo XV. A falta de una buena biografía, tomo los datos, que resumo, de las obras señaladas al final. Espero con ello ayudar a divulgar una figura que me parece realmente atractiva, aunque para entenderla es preciso no hacer valoraciones desde nuestra mentalidad actual, sino considerarla dentro del ambiente de su época, en el que algunas actuaciones del prelado, que a nosotros nos desconciertan, eran o bien toleradas o bien aceptadas ampliamente.
Alfonso Carrillo de Acuña nació en 1412 en Carrascosa del Campo, Cuenca, hijo de Lope Vázquez de

jueves, 22 de agosto de 2013

En el 73 aniversario de la muerte del cardenal Gomá

A las once y doce minutos de la noche del jueves 22 de agosto (tal día como hoy) de 1940 fallecía, en el Palacio Arzobispal de Toledo, el cardenal Isidro Gomá y Tomás, una de las figuras más importantes de la vida eclesial, social y política de la España de los años treinta. En este aniversario quiero recordar a un personaje controvertido, que, a causa de la investigación doctoral que realicé sobre él, se ha convertido en acompañante de mi vida en los últimos ocho años. Sin duda no se puede entender lo que ocurrió, a nivel de la Iglesia española, pero también en otros ámbitos, como el político, sin conocer a fondo su figura.

martes, 20 de agosto de 2013

Crónicas guatemaltecas (VI)

De regreso a tierras castellanas, y mientras sigo aún despistado con el jet lag, retomo la tecla para concluir la narración de mi periplo guatemalteco. Es cierto que, tras las aventuras en Semuc Champey, lo que ha venido después es más prosaico, pero quiero ser fiel a mi propósito inicial de rendir este modesto homenaje a la literatura de viajes, aunque no sea ni Marco Polo ni Malaspina. Hablando de éste último, recomendaría a cualquiera que leyera algo sobre las exploraciones españolas del siglo XVIII, que no tienen nada que envidiar a las del capitán  Cook, salvo que los ingleses saben vender mejor sus productos que nosotros, y además se sienten orgullosos de su historia.
En fin, tras estar un día entero lleno de dolores por todo el cuerpo, consecuencia de mis saltos, subidas, arrastres y demás, iniciamos la etapa final del viaje dirigiéndonos a Tikal. Después de abandonar la zona montañosa en la que se asienta Cobán, entramos en el departamento más grande de Guatemala, el Petén, zona llana que permite la existencia de una carretera rectilínea, en el sentido literal del término, que permite cierta velocidad y no está mal en exceso. El único obstáculo es el río La Pasión, que no tendría más importancia de no ser porque para cruzarlo, a su

jueves, 8 de agosto de 2013

Crónicas guatemaltecas (V)

La verdad es que después de un día agotador, lo mejor que podría hacer es irme a dormir. Pero hoy ha sido un día tan intenso, de tan ricas experiencias, alguna de las cuales jamás hubiera imaginado vivir, que antes de que se me pasen las impresiones, prefiero consignarlo.
Iba a ser, en principio, un día tranquilo, de excursión a Semuc Champey, un parque natural, famoso por el río que se sumerge en el terreno calcareo, así como por sus resurgencias. Para comenzar la jornada, nada como un retraso, pues por supuesto a las 8, que era la hora fijada, el pequeño y viejo autobús no había llegado. Luego hubo que pasar por diversos hoteles, a recoger a más viajeros, y por último, a echar gasolina, momento aprovechado por el guía para desayunar sus frijolitos, que subió, como no, al autobús. A continuación el delicioso paseo por las no menos maravillosas carreteras guatemaltecas. Una de las cosas que más me llaman la atención es la diversidad de denominaciones de las diferentes iglesias evangélicas y pentecostales; la más curiosa, la iglesia del Evangelio completo (se ve que debe haber otro a trozos). En fin, que después de un viaje inolvidable se llega a la bifurcación de la carretera hacia la población de San Agustín Lanquín y el viajero experimenta la alegría de comprobar en el cartel indicador que sólo quedan 22 kilómetros, alegría que se sumerge rápido en el pozo de la decepción al encontrarse con una carretera de tierra, que supone más de media hora de viaje. Dicha carretera, en algunos tramos, se asoma al borde del abismo, y no hace falta decir quién iba en ese lado, procurando pensar en otra cosa a la de acabar como un fríjol prensado para el desayuno...

martes, 6 de agosto de 2013

Crónicas guatemaltecas (IV)


Me encuentro en Cobán, "ciudad imperial" como dicen aquí, debido al hecho de que en 1538 el emperador Carlos V le concedió la carta que la convertía en ciudad. No son grandes los atractivos turísticos desde el punto de vista arquitectónico, pero la estancia permite conocer por dentro la vida del país, sin las interferencias que el turismo provoca en lugares como Antigua. Fundada por fray Bartolomé de las Casas y puesta bajo la advocación de Santo Domingo de Guzmán, cuyas fiestas se celebran estos días, tiene una catedral a cuyo costado se erige el antiguo convento, construido en 1551 por fray Francisco de Viana. En 1599 fue erigido aquí el obispado de las Verapaces. Una de las posibles etimologías indígenas de su nombre es el de "Lugar nublado" y, en efecto, las nubes cubren cada día el cielo, y por la tarde suele llover con fuerza. A pesar del calor del día, por la noche refresca y se puede dormir bien.

lunes, 5 de agosto de 2013

Crónicas guatemaltecas (III)

Antigua es la joya de Guatemala. Pasear por sus calles es retroceder en el tiempo, hasta los momentos en los que desde "La muy Noble y muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Goathemala" se gobernaba toda Centroamérica, desde Chiapas a Costa Rica. Fundada en 1543, tras sufrir numerosos terremotos, fue abandonada, trasladándose la capitalidad a la actual Guatemala, después del  devastador de 1773. Paradójicamente éste abandono supuso la preservación, como en ningún otro lugar del país, de su patrimonio histórico artístico, actualmente en proceso de recuperación.

viernes, 2 de agosto de 2013

Crónicas guatemaltecas (II)

Levantarse y contemplar el lago de Atitlán, con sus tres majestuosos volcanes al fondo, es un espectáculo inenarrable. El complemento indispensable es recorrer en lancha, eso sí, después de regatear, sus orillas. Sobre el regateo, está visto que es algo indispensable. En pocos días he elaborado la teoría de que la moneda nacional se llama quetzal, como el ave, porque al igual que ésta, vuela. No se puede ir a ningún sitio sin que los "quetzalitos" vayan rápidamente despareciendo. La visita a los pueblos que bordean el lago, doce, como los doce apóstoles, puede resultar un poco defraudante. San Juan la Laguna es famoso por sus pinturas locales y San Pedro la Laguna resulta curioso por la vida intensa que se observa en sus calles. Ninguno ha conservado la arquitectura tradicional, que por algunos ejemplos debió se de adobe y teja, y