"Otra Iglesia. Clero disidente durante la Segunda República y la guerra civil"

En mis últimos escritos he hecho referencia a dos sacerdotes, Régulo Martínez y Ambrosio Ayuso, que, de formas diversas, se vincularon a la República y su defensa, en los azarosos y dramáticos años treinta españoles. Ambas figuras no son sino un ejemplo de la diversidad existente en el seno de la Iglesia en España (de entonces y de ahora), más allá de reduccionismos y simplificaciones. El darlas a conocer se inserta dentro de un proyecto colectivo de investigación, dirigido por el profesor Feliciano Montero, catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá de Henares, en el que participamos un grupo de diferentes historiadores. Dicho proyecto, partiendo de la constatación de la existencia de una serie de figuras, desconocidas u olvidadas, dentro del clero español, y en una línea de normalización del estudio de la historia de la Iglesia en España,

homologable a lo que se realiza en otros países europeos, nos ha llevado a descubrir un fenómeno que, si bien es minoritario (al menos con los datos que poseemos al día de hoy), no lo es tanto como se podría suponer.

Fruto de este trabajo es el libro que presento, Otra Iglesia. Clero disidente durante la Segunda República y la guerra civil, publicado en Ediciones Trea, en el que recojemos diez biografías (Luis López-Dóriga, Jerónimo García Gallego, Tomás Gómez Piñan, Juan García Morales, Matías Usero Torrente, Leocadio Lobo, Joan Vilar i Costa, Cándido Nogueras, Francisco González Fernández y Régulo Martínez Sánchez), en las que encontramos profesores, diputados, maestros, un cura miliciano, fusilados, desterrados y encarcelados, una variedad existencial que refleja distintos caracteres, diversas evoluciones, crisis, rupturas y permanencias. Figuras que no nos dejan indiferentes y nos recuerdan que la vida no se deja encorsetar en los estrechos márgenes en los que solemos encuadrarla.

Una obra novedosa, representativa, como afirma el profesor Montero en la Introducción, de "una realidad histórica apenas explorada, necesitada por tanto de una mayor investigación que esperamos estimular y animar". Si lo conseguimos, si estos olvidados de la historia encuentran el lugar que les corresponde y dentro del ámbito académico e investigador español surgen más historiadores que ahonden en este surco, nos daremos por suficientemente recompensados. Os animo a acercaros a estas páginas y descubrir una realidad hasta ahora oculta o silenciada. Creo que no os defraudará.